¿Cómo enfrentar las pérdidas de la vida?
El contexto de las pérdidas que vivimos es de un duelo y un cautiverio planetario. Por lo que, es desde ahí, que hemos de aliviar el dolor y generar esperanza.
La embestida de la pandemia ha causado la muerte a más de 5 millones de vidas sin poder ser veladas ni recibir el cariño último de sus familiares, además de infectar a otros muchos millones de personas, nos hace replantearnos: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué todo este sufrimiento? ¿Es otro grito del dolor de parto a una nueva humanidad? Se nos exige como especie renacer, generar otra fortaleza mayor de la condición humana, más valiente, resiliente y solidaria que nunca.
Este momento, es la gran oportunidad no de hacer un arca, sino un vínculo único y común con el planeta y todas las especies cuya base sea el mutuo cuidado ecosolidario.
Lo que no podemos permitir es que este sufrimiento colectivo sea en vano. Funciona como un crisol que purifica el oro, que acrisola nuestra mente, y pone en jaque ciertos hábitos para ser revisados y otros nuevos para ser incorporados ¿Qué nuevo ser humano puede renacer desde la muerte voluntaria a las ambiciones egoístas, que tenga la fuerza de doblegar la propia maldad y la de todo un sistema mundial?
Agradecer la muerte como parte de la vida. Morimos para vivir, por eso otro mundo es posible. La esperanza nos viene de los invisibilizados con esa profunda naturaleza de bondad, cooperación y solidaridad cariñosa, la milagrosa inmunidad contra toda enfermedad egoísta ¡Y ojalá contagiosa salvación humana!
Frente a este panorama, la Cámara de Senadores en colaboración con la Universidad Iberoamericana CDMX, a través de la Dirección de Educación Continua (DEC), desarrolló el curso 'Enfrentando las pérdidas de la vida'. El cual estuvo orientado en formar personas capaces de auto apoyo, de afrontar y dar significado a la muerte y el dolor, manejar el propio sufrimiento y vivir el duelo de la manera más saludable en el menor tiempo posible, con conocimientos, habilidades, virtudes, y conciencia en la aceptación del duelo como algo natural y necesario en nuestro aprender a vivir cotidiano. Vivenciar el proceso de su propia muerte, de seres amados y de cualquier otra perdida, aprender a vivir en aceptación amorosa, esperanza y trascendencia. Lo cual, también repercutirá positivamente en la salud de sus familiares.
La metodología priorizó pedagogía de la subjetividad, así como generar procesos de conciencia e inteligencia espiritual en el aprendizaje, desde el compartir en colectivo la experiencia, el ejercicio vivencial y reflexivo sobre el bien morir para bien vivir, a través de dinámicas, textos, canciones, videos, testimonios.
La experiencia dentro del aula logró superar la virtualidad por la misma metodología durante el desarrollo del cada tema en los ejercicios previos y posteriores a cada sesión, de ahí que, los participantes interactúan y generan el aprendizaje al compartir entre ellos y el instructor.
El desarrollo de cada uno de los temas tiene la continuidad pedagógica que decanta en la experiencia de mayor alivio, en lo colectivo, del dolor y proceso de duelo, buscando acompañar sensible y sugerentemente a los participantes.
Por esta razón, lo más grandioso es que el fruto de este curso nos abre un espacio a la esperanza desde la certeza de vivir en el amor incondicional, la solidaridad y cuidado por todos los seres vivos.
Por: Mtro. César Augusto Conrado Valera y Baeza. docente de Alianza Empresarial de Diplomados IBERO y quien impartió el curso 'Enfrentando las pérdidas de la vida'.